EXPRESIÓN CORPORAL

1. EL LENGUAJE CORPORAL

1.1. ¿QUÉ ES EL LENGUAJE CORPORAL?

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La capacidad de expresión es una característica particular del ser humano. Expresión quiere decir exprimir, apretar, sacar, exteriorizar algo oculto y contenido. Es difícil conocer a otra persona si ésta no se expresa.
El lenguaje es el fenómeno general de intercambio de información o de comunicación entre los seres vivos. En torno a la palabra se constituye la comunicación verbal, que es acústica, sonora.
Cuando el hombre no se comunica a través de la palabra, lo hace a través de su cuerpo: su postura, sus movimientos, sus gestos, su mirada, etc.
La comunicación no verbal se realiza a través de la vista y del tacto. El lenguaje corporal es el medio para transmitir información a través del movimiento, posturas y gestos.
El término movimiento se refiere al desplazamiento de una parte del cuerpo en el espacio. No tiene necesariamente por qué cumplir una función expresiva. La postura hace referencia a la disposición o colocación estática del cuerpo. Un gesto es el movimiento o la posición de una parte del cuerpo (la cara, una mano,…) con una intención comunicativa o un significado comprensible para los demás.

1.2. ¿DÓNDE SE APRENDE EL LENGUAJE CORPORAL?

Cuando una persona recurre al lenguaje corporal, la mayoría de las veces lo hace con un significado y en una situación de relación con los demás.
El lenguaje del cuerpo, en parte, es instintivo; pero también es enseñado o imitado. Por ejemplo, desde pequeño cada uno aprende a “usar” su cara como los mayores, y advierte cómo en cada situación concreta debe emplear los gestos correctos.

Los gestos se aprenden de la misma manera que se aprende a hablar. Cada sociedad enseña a sus miembros los gestos y sus significados inconscientes como parte de la cultura. Y curiosamente, ese aprendizaje no se hace en la escuela, sino en la convivencia diaria: al sonreír o llorar, abrazar o pegar, abrir las manos o cerrar los puños…

1.3. ¿QUÉ FUNCIONES CUMPLE EL LENGUAJE CORPORAL?

Utilizamos gestos y posturas con un significado desde que nos levantamos hasta la hora de acostarnos, en los momentos decisivos o en las situaciones más cotidianas.

En ocasiones el lenguaje corporal sustituye al lenguaje verbal como forma de expresión. Por ejemplo, cuando en una situación las personas no pueden hablar bien entre si, sin conocer el lenguaje de los gestos o movimientos, no podrían darse la comunicación.
El lenguaje corporal ofrece una información adicional sobre el lenguaje verbal, porque aclara, niega o confirma los mensajes de este último. Con los gestos se puede reafirmar o contradecir lo que se dice con las palabras, condicionando en mayor o menos medida la relación con los demás.
Los gestos y posturas proporcionan datos sobre la personalidad y actitudes de la persona: sus emociones, su estado de ánimo, su posición ante los demás (en forma de simpatía o de antipatía, de amor y de odio), su estado físico o su identidad social.
Utilizar de manera adecuada el lenguaje corporal influye positivamente en la imagen que cada uno tiene de si mismo y mejora la comunicación con los demás, confiriendo a ésta un grado interesante de expresividad.

2. POSIBILIDADES EXPRESIVAS DEL CUERPO

2.1. LA CABEZA Y LA CARA


En ocasiones los movimientos de la cabeza sustituyen al lenguaje hablado. Otras veces se utilizan como marcadores del lenguaje, para respaldar lo que se dice. También se emplean para denotar actitudes. Como ejemplos:

  • Con la cabeza es posible decir “si, de acuerdo, no, no se,…´´
  • Al inclinar la cabeza cuando se da una orden, enfatizamos la intención de nuestras palabras.
  • Mantener la cabeza elevada y ligeramente inclinada hacia atrás se interpreta como una actitud altanera, airosa y en ocasiones agresiva. Bajar la cabeza, como forma de sumisión, humildad o depresión.
La función principal de la cara en el lenguaje corporal es expresar las emociones. Los gestos de la cara también se emplean para reforzar el impacto de los mensajes verbales, y en ocasiones, para comunicar a los demás que las palabras no son apropiadas.
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Observar la cara de una persona permite adivinar su actitud hacia los demás: placer o desagrado, interés o aburrimiento, miedo o enfado, etc.

2.2. EL CUERPO

Los gestos con los brazos, las manos y los dedos son un medio complementario que se utiliza frecuentemente en la comunicación entre las personas. Juntar las palmas de las manos puede indicar perdón, confianza, espera… según se coloquen los dedos.

Encoger los hombros hacia arriba se utiliza para expresar “no lo sé” o “no me importa”… Sacar pecho es señal de éxito, orgullo o presunción. Curiosamente, la mayoría de los movimientos que se hacen con la cadera suelen considerarse obscenos.

Mantener separadas las piernas se relaciona en ocasiones con una actitud de seguridad o confianza; juntarlas o cruzarlas puede manifestar inseguridad o recato… Dar continuos golpecitos con los pies se relaciona a menudo con una actitud nerviosa.
Según la colocación de los segmentos corporales, se diferencian posturas abiertas y cerradas. Por la inclinación del cuerpo, se puede adoptar una postura adelante o atrás. Según la tensión muscular, las posturas pueden ser tensas y relajadas.

En las posturas abiertas el cuello y brazos se extienden, las rodillas se orientan hacia fuera, el pecho se adelanta, y en general el cuerpo denota apertura y dinamismo. Indican una actitud de cambio, o una impresión de gozo, poder, donación…
En las posturas cerradas la cabeza está baja y hundida entre los hombros, la espalda encorvada, los brazos y piernas hacia dentro y los músculos del tronco flojos o relajados. Estas posturas se relacionan con una actitud de concentración, rechazo, repliegue sobre uno mismo, impotencia…

3. LA DRAMATIZACIÓN

3.1. ¿QUÉ ES LA DRAMATIZACIÓN?


La palabra drama proviene del griego drao, que significa hacer. Por lo tanto, drama significa acción, obrar, actuar… Dramatizar es representar, interpretar, mostrar una acción llevada a cabo por unos personajes en un espacio determinado. Al dramatizar se transmite un mensaje con sentido estético.

La dramatización puede nacer de un elemento conocido de antemano, por ejemplo una palabra, una canción, una vivencia… pero también de propuestas específicas como textos teatrales e incluso la fiesta como espacio escénico donde todos participan en una creación única, particular e irrepetible.


3.2. LOS COMPONENTES DE LA ESTRUCTURA DRAMÁTICA

Establecer una estructura dramática es dar forma y condiciones  dramáticas a algo que en principio no la tiene: un poema, un texto, una idea… Es construir diálogos, un conflicto entre personajes, establecer una dinámica de la acción.

1. Personaje. Cada uno de los seres humanos, sobrenaturales, simbólicos, animales e incluso objetos de una obra. Sin personaje no hay drama. Al elaborar una representación teatral, cada personaje debe tener un objetivo sumamente importante y muy definido, para que pueda generar conflicto con los fines de los demás personajes.
2. Conflicto. Es la situación de choque, desacuerdo, oposición o lucha entre personas o cosas. Hay conflicto  cuando ante una misma situación se da una confrontación entre de dos o más personajes, visiones del mundo o actitudes.
3. Tema y argumento. El tema es la idea o ideas centrales que sintetizan la intención del autor. El argumento es la trama de la historia, lo que se cuente.
4. Espacio y tiempo. El espacio es el escenario visible donde tiene lugar la representación. El tiempo dramático se refiere a la duración de la representación de la acción en el escenario. La época hace referencia al periodo histórico en que sucede la acción.

A continuación puedes encontrar dos vídeos que debes visualizar para entender mejor la tarea que debes realizar durante esta unidad:


Los elementos de una obra de teatro:





Ejemplo de una obra de teatro:




4. LA EXPRESIVIDAD EN EL DEPORTE: LA HAKA

Para terminar la unidad vamos a contemplar cómo la expresividad puede estar también presente en el deporte. A continuación mostramos dos ejemplos de la llamada Haka (danza de guerra tribal) que realizan los All Blacks, el equipo de rugby de Nueva Zelanza, antes del comienzo de sus partidos para retar y amedrentar a sus rivales. Una actuación que se ha convertido en toda una tradición y que debido a su fuerza y espectacularidad forma parte del espectáculo tanto como el propio partido.